Pablo VI ya es beato. El Dr. Federico Prieto comentó los aportes del Sumo Pontífice a la Iglesia, su doctrina sobre la vida y su preocupación sobre el desarrollo humano.
Por Claudia Reto. 27 octubre, 2014.Después de confirmarse como milagro la curación de un niño no nacido en los primeros años de la década de los 90, el último 19 de octubre se realizó el rito de beatificación de Pablo VI (Giovanni Battista Enrico Antonio Maria Montini 1897 – 1978), a cargo del Papa Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano. El doctor Federico Prieto Celi, docente de la Escuela de Dirección – PAD, comentó los aportes del Sumo Pontífice a la Iglesia, su doctrina sobre la vida y su preocupación sobre el desarrollo humano.
¿Cuáles fueron los principales aportes de Pablo VI a la Iglesia?
El Papa Pablo VI afrontó 15 años difíciles en la vida de la Iglesia, a causa de la llamada “crisis postconciliar”, después del Concilio Vaticano II. En ese contexto, admiro que ,entre muchos otros aportes, tuviera dos previsiones. La primera consistió en señalar que la convocatoria de la cuarta sesión del Concilio sería la última para evitar que este se prolongue demasiado en el tiempo, como querían algunos padres conciliares.
La segunda radicó en elaborar y publicar la encíclica “Ecclesiam suam”, que se gestó entre la tercera y la última sesión del Concilio, el 6 de agosto de 1964. Con ello evitó una innecesaria polémica sobre la constitución, misión y mandato de la Iglesia en el mundo contemporáneo.
¿Cuál es el aporte de Pablo VI a la difusión de la vida?
Uno de los aportes más valiosos de Pablo VI a la Iglesia y al mundo fue la encíclica “Humanae vitae”. En este documento señala con valentía y precisión la doctrina humana y cristiana sobre la vida humana y el matrimonio, frente a una gran confusión ese tiempo: pensar que todo lo que se puede hacer científicamente es moralmente válido. En ese marco conceptual, es obvio que el Papa ratificó la enseñanza ininterrumpida del magisterio pontificio, a lo largo de los siglos, sobre la importancia de no cegar las fuentes de la vida y la inmoralidad del aborto.
¿Cuál era la perspectiva que tenía sobre los desequilibrios que existen entre pobres y ricos?
Si León XIII inició la moderna doctrina social de la Iglesia con la encíclica “Rerum Novarum”, Pablo VI dio un impulso real a dicho magisterio con la encíclica “Populorum progressio”, que en su momento fue criticada por un sector recalcitrante del Occidente decadente pero que ,pasado más de medio siglo, ha demostrado ser profética, acertada y eficiente. En ella, el Papa toma la palabra para advertir al mundo que el desarrollo es el nuevo nombre de la paz, que ha de extenderse a todos los hombres y a todo el hombre.